Con la intención de disfrutar unos días de bicicleta, elegimos la primera parte del camino francés que se dirige hasta Santiago.
Como sólo disponemos de cinco días, nos olvidamos de los casi 800km. que indica el cartel.
Muchos peregrinos eligen la opción de caminar, pero...
... a nosotros nos tira un poco más la bici.
Atravesamos pequeños pueblos del norte de Navarra,
y en la ribera del Arga paramos a descansar.
Entramos en la vieja Iruña por su parte amurallada,
y nos dirigimos a casa de Juan Mari, que será nuestro anfitrión.
Juan Mari nos advierte del terreno complicado que tenemos hacia tierra Estella.
Y comprobamos in situ la veracidad de sus palabras.
Pero no hay cuesta que se resista con un buen bocata.
Y continuamos pedaleando hasta Villamayor de Monjardín,......donde dormiremos al fresco en el Hotel Lavadero.

A pesar de estar a últimos de julio, la tercera jornada amanece fresquita.
Entre campos de espárragos, hacia la ribera.
En Viana, nos despedimos de Navarra y cambiamos de provincia.
Entramos en La Rioja y atravesamos su capital...
Para pedalear ahora entre viñedos...
... y por terreno pedregoso...
... arribamos a Uruñuela donde el aspirante a Arguiñano nos deleita con una sabrosa paella.
De nuevo día tristón...
... que no desanima a los bicigrinos.
Cuando aparece por fin el sol, pedaleamos con más alegría.
Y tras encontrar sitio para dormir en el albergue de Belorado...
... lo celebramos con la "última cena".
Pensábamos que al entrar en Castilla el terreno se suavizaría, pero el camino nos tiene reservada alguna sorpresa.
Aunque nos advierten de los kilómetros a Santiago...
... para nosotros suponen las últimas pedaladas de este viaje.
Lugares donde la vida pasa a un ritmo sosegado.
Y tras el último obstáculo de nuestra ruta...
... llegamos a Burgos, donde tomaremos un tren de vuelta a casa.